Hay cosas en la vida que están exentas a nosotros y una de ellas es envejecer. La palabra no es que nos guste mucho pero es algo natural que aparece a partir de los 25-30 años y poco a poco se va haciendo más evidente.
Unos buenos genes
Desde que nacemos, hay factores que marcarán nuestro desarrollo hasta la última etapa de nuestra vida, el más importante e inamovible; la genética. Si tenemos suerte de poseer unos buenos genes, estos ayudarán a mantenernos fuertes sin mucha ayuda y si por el contrario, la herencia genética es menos generosa, tendremos que poner más de nuestra parte para no acelerar el proceso de envejecer.
Siete factores que aceleran el envejecimiento
- Mala alimentación
- Sedentarismo
- Obesidad
- Malos hábitos (fumar, beber…)
- Dormir poco o mal
- Exposición solar
- Estrés
¿Qué puedes hacer tú para retrasar el envejecimiento?
No podemos evitar hacernos mayores pero podemos hacer muchas cosas para que ese proceso sea paulatino, saludable y sano.
- Come de todo, sobre todo frutas y verduras de temporada
- Haz las cinco comidas diarias (cantidades adecuadas)
- Haz una media de tres horas de ejercicio a la semana
- Bebe dos litros de agua a diario
- Duerme un mínimo de 8 horas diarias
- Evita el tabaco y el alcohol
- Haz tus trayectos diarios caminando
- Cuida tu piel hidratándola y protegiéndola de agentes externos
- Lee y viaja (tu mente también envejece)
Con esto no sólo conseguiremos llegar en plena forma a una edad avanzada, también lograremos retrasar los signos más evidentes de la edad.
Tres signos visibles del envejecimiento en nuestra piel
- Arrugas
A partir de los 25 años, las arrugas son el signo de envejecimiento más perceptible. En su primera fase se llaman líneas de expresión y poco a poco van tomando forma y profundidad. Aparecen en los ojos, en el entrecejo, frente, mejillas y comisuras de los labios. Cada persona marcará más unas u otras dependiendo de sus gestos y expresiones. Es, desde este momento, cuando debemos empezar a tomar cartas en el asunto y comenzar a cuidarnos con cosméticos adecuados a nuestro tipo de piel (muy importante) y a nuestra edad. Utiliza una crema preventiva para el rostro, cuello y escote y un buen contorno de ojos.
- Pérdida de volumen
Es difícil de identificar, en ocasiones, la pérdida de volumen. A veces, lo hacemos cuando es muy evidente pudiendo haber hecho muchas cosas previas para evitarlo. Cuándo hay una pérdida de volumen facial se nota un aspecto triste, cansado, la piel se descuelga y se va perdiendo el contorno facial. Esta fase también va muy asociada a la edad y a una falta de cuidado estético. Se nota sobre todo en lo pómulos, cuello o papada.
- Falta de densidad
No hay que confundirla con la pérdida de volumen. Las dos van asociadas a la edad pero esta, sobretodo, se hace más evidente en mujeres postmenopáusicas. La piel se manifiesta más delgada y débil. A diferencia de la pérdida de volumen, la falta de densidad se generaliza en todo el rostro.
A partir de los 40
Los cuidados que podamos dar a nuestra piel a lo largo de nuestra vida son imprescindibles y de ellos (y de nuestros genes) dependerá que las arrugas profundas tarden más tiempo en pronunciarse o que la pérdida de volumen y densidad de piel sea más o menos pronunciada. Aun así, el tiempo pasa y es inevitable que poco a poco se vayan marcando más en nuestro rostro. Es a partir de los 40 años cuando por la pérdida de hidratación, falta de colágeno, oxígeno y nutrientes se hacen más pronunciados estos problemas.
Una ayuda extraordinaria
Aun así podemos lucir un rostro envidiable ayudando nuestra piel algún tratamiento médico-estético, complementario a nuestra higiene diaria. Con esto lograremos retrasar el proceso de envejecimiento, aportaremos vida y atenuaremos los daños ya ocasionados por el paso del tiempo.
- Tratamiento Revitalizante de Sesderma.
Se trata de un peeling de argipeel con efecto lifting y de luminosidad inmediato. Aplicable únicamente por un profesional de la medicina estética, repercute de manera espectacular en piel. Mejora la circulación, recupera la luz, la firmeza y la luminosidad. Para todo tipo de pieles y edades.
Sobre todo muy recomendables a partir de los 40 años. Mediante infiltraciones la piel se rellena, se fortalece y recobra la densidad y firmeza. Las arrugas se alisan y el aspecto de la piel rejuvenece. Los resultados son efectivos, naturales y duraderos.
Es el tratamiento estético por excelencia. Con unos pequeños e indoloros pinchazos se logra relajar los músculos faciales que provocan, al gesticular, las antiestéticas arrugas. Se aplica en el tercio superior del rostro (frente, entrecejo y patas de gallo). Al contrario de lo que mucha gente piensa, el resultado es de lo más natural y gratificante siempre que se aplique por unas manos expertas que den prioridad a la naturalidad de la expresión. Los resultados se aprecian a partir de las 48 horas de su aplicación y la durabilidad depende mucho de cada persona pero ronda los 4/6 meses.
¿Cómo quieres envejecer?
Todos estos tratamientos se realizan en la consulta de la Dra. Conchita Pinilla en el Paseo Independencia 21, Principal Centro.
Llámanos sin compromiso al 976 901 901 – 608 315 293 y resolveremos todas tus dudas.