El verano es esa época del año que siempre relacionamos con el sol y el mar. Tomar el sol y coger un bonito bronceado hace que nos veamos más atractivos, pero ¿se puede disfrutar del sol y de un bronceado sin riesgos?
Al sol siempre hay que tratarlo con respeto, guardar las distancias y dedicarle el tiempo justo. El sol es peligroso cuando nos acercamos a él sin ningún tipo de protección.
La piel tiene memoria
Todos los estragos que hagamos ahora o de jóvenes sobre nuestra piel como una sobreexposición solar, nos pasarán factura. Las consecuencias de una mala, excesiva y repetida exposición solar vienen en forma de diferentes cánceres de piel, entre ellos el melanoma, además de manchas y del envejecimiento prematuro de la piel. ¿Es mejor estar morena que parecer diez años mayor? En mi caso la respuesta es no.
¿Cómo elegir el mejor protector solar?
Es ahora cuando los comercios de belleza se llenan de productos específicos para protegernos del sol. Los hay de todos los tamaños, diseños, formatos, texturas, pero ¿cómo se cuál es que más me conviene?
- Amplio espectro. Elige protectores que pongan barrera tanto para los rayos UVA, que son los responsables de las arrugas prematuras, como para los UVB, que son los que provocan otros daños en la piel como el eritema. Esta última la tienen hasta lo más sencillos, pero si está en tu mano, elige que protejan de todo.
- Factor de protección adecuado. ¿Sabías que una piel clara tarda entre 3 y 5 minutos en quemarse? Una piel menos sensible 10 minutos y una piel oscura se quemará a partir de los 40 minutos de exposición sin protección. Para evitarlo, teniendo en cuenta tu tono de piel, elige un protector solar con un SPF (Sun Protection Factor) que evite que te quemes durante el más tiempo posible. Este factor multiplicado por el tiempo que hemos dicho que tardamos en quedarnos, indica el tiempo que podemos estar al sol sin riesgos. Pasado ese tiempo, tendremos que repetir la aplicación. Por esto, cuanto más alto menos riesgo. Aunque el producto especifique que es resistente al agua, al salir y secarnos seguro que habremos arrastrado esa capa protectora, así que mejor repetir la operación.
Hay que aplicarse la crema 30 minutos antes de exponerse al sol.
- Diferencia rostro y cuerpo. No uses el mismo protector para el rostro y para la cara, las necesidades son muy diferentes puesto que la piel del rostro es más sensible y necesita además de más protección, unos principios activos distintos.
- Zonas delicadas, cuidado extremo. No olvides extremar la protección en las zonas más expuestas y muy delicadas como son los ojos y los labios.
Dos efectivas alternativas al sol
No sólo de sol vive el hombre y no es la única forma de lograr un broceado bonito. Hoy en día, las alternativas al “vuelta y vuelta” en la playa son muchas y te sorprenderán los resultados de muchas de ellas.
- Sé que estáis pensando lo engorroso que resulta este producto y lo mal que queda si te lo aplicas mal. Esto por no hablar de las manos, dedos y codos amarillos… Te sorprendería lo que ha avanzado este producto. Lo podemos encontrar en spray, toallita, crema y su aplicación es uniforme y muy limpia. La mayoría de ellos, de gama media-alta en cosmética, presentan tonalidades que se mimetizan a la perfección con el tono natural de tu piel sin dejar lugar a errores. Te animo a que pruebes, por ejemplo, las toallitas de Comodynes o el aerosol de Terracota de Guarlain.
- Cremas con color. No sólo para el rostro, sino para todo el cuerpo y además con una alta protección solar. De esta forma podrás lucir un bronceado bonito y uniforme desde el primer día y dejar que el color que vaya tomando de una forma segura y prolongada. Muchas cremas de día presentan esta opción del color sin perder sus propiedades hidratantes, nutritivas o antiaging. ¿Alguien da más?
Hidrátate
Al terminar el día y tras una merecida ducha, cuida la piel con productos específicos que harán que la piel vuelva a recuperarse aportándole toda la hidratación que necesita. No hace falta estar quemado para aplicarse una buena dosis de aftersun.
Además evita tomar el sol de forma continua y en las horas centrales del día. No te olvides de acompañar estos consejos con una buena dosis de hidratación en forma de agua, si es dos litros mejor que uno.
¡Disfruta del sol y del verano con precaución!